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Por: Carolina Rodríguez C.

Una mirada al interior de las calles del barrio más estigmatizado de Bogotá: el Santa Fe. Más allá de la prostitución y delincuencia, se esconde un lugar olvidado por todos. 

La otra cara del barrio Santa Fe
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1. La puerta

La puerta de entrada

Cuando Elvia y Camilo partieron desde el Magdalena Medio a Bogotá en la mitad del siglo XX, encontraron la oportunidad de  cambiar su vida de campo para convertirse en citadinos. Su plan sería viajar por tren hasta  la estación de la Sabana, donde  pisarían por primera vez tierras bogotanas.

 

Como Elvia y Camilo, más de mil personas llegaron a la ciudad con la ilusión de mejorar su vida y cambiar para siempre la vida rural. Los escasos 270.000 habitantes de Bogotá, comenzaron a crecer como espuma.

 

El lugar de llegada de muchos de ellos, les daba la bienvenida  a extranjeros y foráneos, y los recibía con familias prósperas,  judíos comerciantes en sus calles, balcones de cemento y esquinas redondas: El barrio Santa Fe.

Como estas, comienzan muchas de las historias de quienes habitaron el barrio Santa Fe en su época de opulencia. Hoy, tras años de cambios urbanísticos,  sociales, leyes, alcaldes y sus mismos habitantes, pasó a una absurda decadencia y al olvido de la memoria colectiva.

Elvia y Camilo Arango en las afueras de su  edificio en la calle 22 con carrera 19.
Foto: Archivo particular

La historia del barrio

El tiempo fue haciendo que el popular barrio cambiara en su población, arquitectura e importancia para la ciudad. Con los años fue contando la historia de lo que pasaba en Bogotá.

Línea del tiempo
La opulencia

De la opulencia a la decadencia

Desde mitad del siglo XX ya se verían mujeres que clandestinamente ofrecían servicios sexuales a los foráneos que llegaban a la zona, lo que habituó a los vecinos  a su presencia en medio de  lujosos autos de comerciantes o transportadores adinerados.

 

Lo que extraña es que una problemática de esa índole, en un país conservador, haya empezado a ganar espacio ante el silencio de las autoridades y habitantes. La gran mayoría optó por migrar en vez de mitigar;  proliferándose sin control la situación de deterioro.

Solo unas décadas después, la falta de control había convertido al Santa Fe en lo que es hoy en día: Un barrio rodeado de pandillas, delincuencia y una zona de prostitución que se expandía y amenazaba con crecer más. 

Por ese entonces, Camilo y Elvia aún no habían  terminado de pagar su casa. A través de este tiempo,  los viejos fueron fue testigo de los  múltiples cambios y de la incertidumbre de lo que vendría en el futuro.

La composición social del barrio  cambia, debido a la proliferación clandestina del ejercicio de la prostitución.
4 hitos jurídicos sobre la prostitución en Colombia
El Ocaso

El Ocaso

Desde  antes de ser decretado Zona de Tolerancia  el Santa Fe se convirtió en un lugar olvidado e ignorado por autoridades, vecinos y  quienes no viven ni habitan la zona.

 

No obstante la Zona Especial de Alto Impacto-ZAEI se ha convertido también en un espacio generador de empleo y oportunidades.

Fidelia Suárez, presidenta del primer Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia (SINTRASEXCO) afirma que el problema  de la ZAEI son las condiciones de vulnerabilidad con la que se enfrenta su gremio y la falta de organización gubernamental para carear la inseguridad.

 

"Muchas cifras no registran lo que pasa dentro de los sitios de la zona. Hace tres semanas una compañera fue asesinada por su cliente dentro de un establecimiento y al hacer el levantamiento, la familia no quiso denunciar.  Figuró como NN porque no querían que nadie supiera que había muerto ejerciendo su oficio".

No solo se trata de tener policía. Se debe hacer un trabajo con la comunidad del Santa Fe, no solo para garantizar a los vecinos y transeúntes seguridad, sino para volver del trabajo sexual una actividad segura al estilo del barrio Rojo en Amsterdam.

Fidelia Suárez - Presidenta del gremio de trabajadoras sexuales en Colombia SINTRASEXCO

Bogotá necesita menos zonas de tolerancia

y más tolerancia en la zonas

-Fidelia Suárez - Presidenta del Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Colombia

¿Y la seguridad qué?

Corrían los años 80  cuando el país atravesaba una absurda violencia. Una noche mientras la familia descansaba, Elvia  sintió una riña en la calle. Segundos después un estruendo sacudió su tranquilidad y el vidrio de su ventana se rompió en mil pedazos. 

 

En la puerta del clóset, se había incrustado una bala que alguien disparó en justo en frente de su casa.  El barrio se había convertido en un lugar que no era seguro, y muchos vecinos se habían mudado. 

 

Según cifras de la Policía, durante los últimos 3 años en el barrio Santa Fe se han presentado  un total de 48 homicidios de los 251 de la Localidad de Los Mártires, y 356 hurtos a personas de los 4260 de la Localidad.  Estas cifras,  son bajas comparadas con Ciudad Bolívar  que tiene  1057.  

 

Durante  el 2016, se ha cometido 89 hurtos a personas en el barrio. La cifra es alta, pero resulta siendo como cualquier otro sector popular de Bogotá; estas cifras son apenas una mínima parte de lo que tienen localidades como Suba, Kennedy o Ciudad Bolívar.

El Alcalde Local de los Mártires precisa que la gente está volviendo a creer en las instituciones y eso hace que sientan más confianza al denunciar, y de ahí, a que haya más control policial y mitigue las cifras criminales en la zona. 

El éxodo es un  factor permanente desde los inicios del Barrio Santa Fe hasta hoy.

Lo que dice el Distrito

Wilson Díaz

Alcalde Local de los Mártires

"La gente está volviendo a creer en las instituciones, denuncian y así hay control policial"

Miller Ruiz

Edil y habitante del barrio Santa Fe

"Estamos buscando que haya un proceso serio de revitalización desde la alcaldía y de la mano de los habitantes del barrio, para que hagan parte de su recuperación"

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Seguridad

Vida de barrio

Ricardo Camacho llegó al barrio hace 10 años intentando  sobrevivir en el día a día con lo que ganara vendiendo su cuerpo. Trabajó en la frontera invisible entre las trabajadoras sexuales y los trans de la calle 22. 

 

La prostitución lo obligó a caer en todo tipo de vicios y drogas. Llegó a tener unas prótesis baratas de aceite. “Por tres mil pesos por cliente, conseguía lo necesario para vivir y pagar la pieza aquí en el barrio”Afirma.

 

Junto a Ricardo, hay otras 1.556 personas que habitan las calles de este barrio. La gran mayoría, viven como cualquier bogotano.  Para ellos el Santa Fe es el lugar que  les dio abrigo y los vio prosperar  en la excluyente y fría Bogotá.

 

El barrio que abarca casi 16 hectáreas, está compuesto en su mayoría por viviendas familiares, alberga bodegas, pequeños negocios, algunas zonas recreacionales y sitios de interés cultural como el Cementerio Central y el Museo del Hombre. Ver: Así se distribuye el suelo en el Santa Fe. 

A pocas cuadras vive Juan Carlos Cifuentes es hijo de Elvia y Camilo y vivió en el Santa Fe  casi toda su vida. Afirma que el lugar estratégico que escogieron sus padres para vivir, es un gran acierto pese a la situación de inseguridad. 

Anahí, es dependiente de farmacia y para ella el barrio es como un pueblo: allá todos se conocen y protegen. 

Para todos, el Santa Fe es simplemente su lugar, su barrio. 

 

A pesar del estigma, Santa Fe es el barrio donde muchos han logrado progresar  tras su llegada a Bogotá.
Ricardo Camacho trabajó como prostituta  y después de marcadas experiencias, aún vive en el Santa Fe y dejó ese oficio.
Vida de barrio

El estigma

Elvia y Camilo eran renuentes a la posibilidad de abandonar el barrio.  Tal vez no tenían prejuicios y  pensaron que todo sería cuestión de tiempo.  

Pese a que el problema se agravó, la percepción de seguridad ha aumentado según un informe  de la Cámara de Comercio. Las denuncias en Bogotá han incrementado a un 44% en el primer semestre de 2016, frente al 18% en el 2015.

Sin embargo, la realidad va más allá de las cifras oficiales. Contrario a Elvia y Camilo,  3 de 4 personas  temen ir al barrio Santa Fe por su inseguridad y delincuencia, según una encuesta de percepción hecha para esta investigación. 

El Alcalde Enrique Peñalosa, a propósito de los planes de revitalización que abandera en Bogotá, propone "forrar el centro de cámaras de seguridad".

Para muchos, estas declaraciones resultan insulsas, pues no es suficiente una cámara para recuperar la confianza en un sector que se ha deteriorado con el paso de los años.

 

Con cifras a favor o en contra, el estigma del barrio Santa Fe ha venido prevaleciendo. Es menos  la tolerancia de la gente, que la gente en la zona de tolerancia

Al barrio le falta que las autoridades garanticen a los vecinos y transeúntes, la sensación de andar  tranquilos por las calles.

El Alcalde de Bogotá, quiere recuperar espacios y  brindar seguridad  para transitar a pie o bicicleta en el centro de Bogotá 
Estigma

Los cambios positivos

Detrás de todo el prontuario que hay respecto al barrio, en los últimos años han surgido algunos cambios que han mejorado el aspecto del sector. 

Proyecto de preservación de patrimonios

"Se está trabajando con los habitantes del barrio para que se empoderen y ellos mismos lideren los proyectos de renovación"
Wilson Díaz, Alcalde local

Capacitando a sus habitantes

"Tenemos un grupo de 30 mujeres habitantes del barrio en condición de vulnerabilidad, saliendo adelante"
Karen Hernández - Instructora FUNDESCO
Cambios

Recorrido por el barrio

El barrio Santa Fe encierra un circuito de lugares interesantes y piezas arquitectónicas que demarcan su pasado que se niega a desaparecer, tras la Zona de Tolerancia y la indiferencia bogotana.

Click en los puntos del mapa
Recorrido

Voces  del Santa Fe

Personas que día a día viven al barrio y han visto las transformaciones de sus calles, la gente y la vida misma

Álvaro Ovalle. 54 años.

Mecánico. Trabaja en el barrio hace 25 años

"Santa Fe es un lugar cómodo porque tiene todo lo que necesito para mi negocio. Al menos el sector ha mejorado su seguridad en los últimos años"

Juan Carlos Cifuentes. 49 años

Diseñador Industrial. Vive hace 36 años en el barrio.

"No es un lugar para salir sino para permanecer y preservar"

Edith Beltrán. 64 años.

Ama de casa. Vive en el barrio hace 30 años

"Los programas de capacitación de los habitantes del barrio, son gratuitos y muy buenos para nosotros. Invito a que la gente conozca y venga a este barrio"

Anahí Lodera González

Independiente. Vive hace 30 años en el Santa Fe

"La zona de tolerancia mueve más plata de lo que uno se imagina"

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Voces
A través del lente

Imágenes que valen mas que mil palabras

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Fotos

En casi un siglo de historia, el Santa Fe ha pasado por un cúmulo de momentos que han hecho de él una insignia en el legado bogotano. Más allá de cómo lo pintan, este barrio encierra un preludio de la sociedad misma. Esa que por medio del prejuicio juzga, segrega y olvida.  

Basta con dejar el miedo de lado y recorrer sus calles, para darse cuenta que quizás en el Santa fe se esconden historias en cada una de sus paredes, y que buscan a gritos ser contadas. Basta con tolerar lo que hay más allá de la zona de tolerancia, para encontrarse con un pequeño barrio que -como muchos- encierra todo lo que es  Bogotá; la ciudad que recibe a todos y crece al ritmo de quienes hacen de ella su hogar. 

Apéndice

Apéndice

Camilo murió en el 2007 y Elvia en el 2014, ambos en su casa del barrio Santa Fe. Los dos  fueron a la tumba con la incertidumbre del futuro que le esperaría a su terruño capitalino. Quizás otras generaciones  se nieguen a abandonar el lugar que le dio a ellos  la posibilidad de vivir y progresar en la creciente Bogotá,  y el Santa Fe sea lo que los viejos siempre soñaron: El lugar donde podrían ser felices  y sin prejuicio, toda su descendencia. Como lo fueron ellos.

Elvia Arango y Camilo. Año 2002
Foto: Archivo particular
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